viernes, 19 de marzo de 2010

jueves, 25 de junio de 2009

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La Identidad y la Imaginación son dos conceptos netamente Humanos e íntimamente relacionados. Surgen como resultado de la evolución neuro-cognitiva que nos permitió sobrevivir como especie y son los dos conceptos que más nos distinguen del resto de los seres vivos.

Tanto la identidad como la imaginación son temas poco estudiados y aún menos comprendidos – incluso por la psicología y la filosofía - a pesar de ser determinantes en nuestra EXISTENCIA como miembros de la especie Homo sapiens sapiens.

Su estudio requiere un enfoque tremendamente interdisciplinario:
Las ciencias cognitivas, la literatura, la psicología, la filosofía (de la mente), las ‘ciencias’ de la religión, la hipnosis y la medicina conductual, la antropología, la paleoantropología, la sociología, y hasta la inteligencia artificial, etc.

Vamos a iniciar nuestro estudio de la Psicología de la Identidad y de la Imaginación partiendo de una definición operacional de los conceptos de la imaginación y la identidad:
La imaginación es la capacidad mental de crear vivencias en la ausencia de estímulos reales; es decir, es la capacidad de establecer experiencias no engendradas por nuestra percepción, no iniciadas por la estimulación de nuestros sentidos.

Como concepto la imaginación también abarca la medida en que atribuimos realismo – la calidad de ser real – a experiencias de origen mental. Su estudio incluye la investigación de fenómenos como el efecto placebo, la muerte vodú, la hipnosis, y la psicología de la religión.

La identidad es una creación mental y fundamental del individuo, un modelo imaginario de sí mismo – de su conducta, de sus pensamientos, y de sus emociones – de acuerdo al cuál se proyecta en el tiempo y en el espacio y logra anticipar su existencia en ‘el allá’ y en ‘el entonces’ de diversos escenarios.

La identidad tiene un componente EXTERNO que consiste del contexto social y del contexto físico en el que se encuentra el individuo, y cómo estos dos responden o reaccionan ante él (o ella).

También tiene un componente INTERNO – personal, individual – que consiste de cómo el individuo reacciona – se comporta, piensa, y siente – ante el ambiente en el que se encuentra.

El ser humano se manifiesta, existe, en una serie de situaciones diversas y en múltiples contextos sociales; es decir en presencia de, y en interacción con diferentes individuos y escenarios físicos, suscitando reacciones – favorables o desfavorables – en sus interacciones en estos contextos.

En cada uno de estos contextos el individuo va a tener una serie de conductas, pensamientos, y emociones.

Estas conductas, estos pensamientos, y estas emociones son todos factores integrantes de su identidad.

La identidad del individuo viene a ser el agregado de su conducta, pensamiento, y emociones en todas esas situaciones, y en también en otras imaginarias – presentadas en películas, noticieros, libros, etc.

Cuanto más firme y estable es la identidad, menos vulnerable queda el individuo en cuanto a su conducta, sus pensamientos, y sus emociones frente a las influencias sociales o contextuales.

Cuanto más desarrollado y elaborado es la identidad más predecibles y estables son la conducta, los pensamientos, las emociones, es decir, mayor es el poder personal del individuo.

Cuanto más admiración y respeto tiene el individuo por su propia identidad mayor es su auto-estima.
Ambos conceptos, la identidad, y la imaginación, juegan un papel fundamental en la formulación de las preguntas esenciales de la condición existencial humana – y de sus respectivas respuestas.
Estas preguntas esenciales responden y corresponden al ‘ser’ y ‘estar’ de nuestra existencia como seres, a nuestra Condición Existencial – y son:
La Seis Preguntas Esenciales de la Condición Existencial humana:
1. ¿Qué soy?
2. ¿Qué quiero/debo ser?
3. ¿Cómo me transformo?
4. ¿Dónde estoy?
5. ¿Dónde quiero/debo estar?
6. ¿Cómo llego?

Las primeras tres:
1. ¿Qué soy?
2. ¿Qué quiero/debo ser?
3. ¿Cómo me transformo?
Corresponden directamente a cuestiones de identidad.

Las siguientes tres:
4. ¿Dónde estoy?
5. ¿Dónde quiero/debo estar?
6. ¿Cómo llego?
Son cuestiones de ubicación, y corresponden indirectamente a la identidad, son el resultado de la misma.

Es importantísimo saber que todos tenemos una identidad, que nos comienza a ser formada en nuestra mas tierna infancia junto con el aprendizaje del primer ‘no’, del idioma, del andar, etc., y en respuesta a nuestro medio ambiente.

Si nosotros no tomamos una postura activa – proactiva – en la formación de nuestra identidad y la de nuestros hijos, el contexto – social y físico – lo hará por nosotros.

Hoy en día la sociedad occidental, y tal vez la mundial, está en un estado de crisis de identidad ya que muchas veces no sabemos lo que deberíamos ser – hacer, pensar, sentir.

Es decir, no sabemos como debería ser nuestra conducta, cuales deberían ser nuestros pensamientos, o en qué deberían consistir nuestras reacciones emocionales en las numerosas situaciones y en los diversos contextos en los que nos movemos.

Cualquier programa de actividades, esquema de creencias, y régimen de conducta y estudio que ofrezca respuestas a las Seis Preguntas Esenciales de la Existencia Humana se denomina una ESTRATEGIA EXISTENCIAL.

El Chamanismo como primera manifestación espiritual y artística del ser humano viene a ser también la primera ESTRATEGIA EXISTENCIAL.

Las religiones, las disciplinas orientales de auto-realización – como el yoga y las artes marciales (transmitidas en un contexto adecuado) – también constituyen ESTRATEGIAS EXISTENCIALES.

La obra Don Quijote de la Mancha es el tratado por excelencia sobre la relación y la interacción entre la imaginación y la identidad, y entre la identidad y el entorno o contexto.
Por esto mismo El Quijote se ha considerado internacionalmente como la obra maestra de la literatura universal – porque trata de la mera esencia del ‘ser humano’ y del ‘ser’ humano.

Cualquier estudio serio sobre la Psicología de la Identidad y de la Imaginación tiene que abarcar un estudio de esta obra maestra.

Hay ciertas identidades que son transculturales, es decir, que existen y han existido en casi todas las culturas – el maestro, el mago, el guerrero, el héroe, el curandero/médico, el santo/místico, etc. – y se denominan ‘arquetipos’.

Nosotros en el Instituto Kaizen Center de MAMBA-Ryu ponemos tremendo énfasis en la identificación y el desarrollo de la identidad. En particular, manejamos el arquetipo del ‘guerrero iluminado’ como modelo de inspiración para todos nuestros programas de niños, juveniles, y adulto.